Presidente tras Presidente, las Españas eran gestionadas como si de un equipo deportivo se tratara: ante los bochornosos fracasos, la figura del entrenador quedaba en entredicho, y con una fulminante destitución se le culpabilizaba de la derrota, cuando ésta sólo era consecuencia de las nefastas capacidades, la débil entrega y la tozuda arrogancia de los jugadores, ingobernables individualistas, negados para trabajar en equipo...
lunes, 3 de marzo de 2014
Historismo constitucional (VII) (artículo)
El artículo "Historismo constitucional (VII)", en surdecordoba.com.
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