sábado, 30 de septiembre de 2023

Astérix y Obélix

 Artículo publicado en Lucenadigital.com:

Entre mis hábitos de lectura, el cómic nunca tuvo relevancia en demasía. Ignoro la causa de tan desatinado despego hacia una forma de arte que, con desaforada taumaturgia, compagina dos géneros en apariencia dispares como son la narrativa y la ilustración. Soy consciente del cúmulo de genialidades que pueden llegar a desplegarse en sus páginas, aunque nunca terminó de hipnotizarme su canto de sirena... 

Astérix y Obélix

Lo cíclico del cine

 Artículo publicado en Surdecordoba.com:

Sin la menor duda, a quien inventara lo de las palomitas y los refrescos en la salas de cine deberían haberle cortado las manos, arrancado los ojos y expuesto su cuerpo desollado y putrefacto en la plaza pública, puesto que si ya el cargado ambiente a humanidad, espumoso durante el estío, en unos espacios de cuestionable ventilación, te impele a desplazarte por entre las filas a base de machetazos aleatorios, cual selva virgen, los tufos palomiteros sonorizados por los combates de los cubitos en los vasos y las aspersiones gaseosas del producto edulcorado de turno pervierten hasta el sentido olfativo más opaco y enladrillado...

Lo cíclico del cine

domingo, 10 de septiembre de 2023

La ejecución de Milady

  Uno de los episodios más oscuros en la vida de los cuatro mosqueteros creados por Alexandre Dumas es, sin duda, la ejecución de Charlotte Backson o Anne de Breuil, Milady de Winter, baronesa de Sheffield, anterior condesa de La Fère; no porque la femme fatale por excelencia no lo mereciera, sino porque, quizá inevitablemente seducido por el particular ideario decimonónico, Dumas revistió como acto de justicia lo que, en realidad, suponía un acto de venganza. Para ello, improvisó a un juez y a un jurado domeñados por el principio inquisitivo e incorporó a un verdugo movido por tan nobles pretensiones que arroja al río Lys la bolsa entregada en pago por sus servicios, como poco después arrojará el decapitado cuerpo de Milady, envuelto en su capa roja. Pero para aquellos seis hombres, los cuatro mosqueteros, Lord de Winter y el verdugo (diez, si se cuenta con los criados de los mosqueteros, Planchet, Grimaud, Mousqueton y Bazin, fiel sombra de las intenciones de sus amos), el juicio sumarísimo celebrado contra Milady con sentencia de ejecución instantánea es sólo una forma de justificar un hecho subrepticio que relaje sus conciencias. No en vano, Athos exige constante silencio a la expedición: hay acciones con las que cada cual ha de cargar; al tiempo que ordena a D’Artagnan que guarde la pistola con la que ha apuntado a la mujer nada más toparse con ella, pues debe ser «… juzgada y no asesinada». De ahí, en fin, la participación del verdugo («El verdugo puede tocar sin ser por eso un asesino, señora […]; es el último juez»).

Aire de fe

El Señor escoge siempre a quien reza,

mas no con su boca, sino con toda el alma.

Manuel Guerrero Cabrera 


 Rezar es un acto de fe que transciende la mera instrumentalidad semántica. No se reduce a un compendio léxico, sucesión de palabras que impulse un viento litúrgico, inspiración de mentes devotas con pretensiones unificadoras de criterios, aplicación unísona con reminiscencias protocolarias.