sábado, 30 de marzo de 2019

Puritanos de pacotilla

Artículo publicado en Surdecordoba.com:

Cuando se estrenó la portentosa serie La peste (2017), lo dejé pasar. Pero, ahora, con el estreno de la película Roma (2018), el veneno, ponzoñosa arma de cobardes, que viene suministrándose, gota a gota, durante los últimos años, contamina a las productoras cinematográficas y televisivas, provocando en ellas actuaciones de genética degenerativa...

sábado, 16 de marzo de 2019

No son abuelos


A nuestros padres.
A mis padres.

No podría atestiguar si todos los días. Es difícil coincidir, el momento se reduce a un segundo arriba o abajo, un pequeño instante marca la probabilidad del encuentro.

Una historia de venganzas


—Dios, tengo un amigo asesino. Un asesino de verdad. ¿Y tú, cómo te sientes?
—Lo que siento es no haberme comprado una pistola hace mucho tiempo.
—¿Sigues hablando con los muertos?
—No, ya no.
—Claro, ahora los fabricas.
Carlos Augusto Casas, Ya no quedan junglas adonde regresar.
 
Cuando las circunstancias son las que son, y no las que algunos se empecinan en despacharnos con redobles de prosopopeya y malgasto de flores al aire; cuando se carece de un trabajo que repercuta directamente en el proporcionado incremento del volumen y peso de la faltriquera, no queda sino renunciar a aquello de lo prescindible, aunque, en realidad, sea imprescindible; no queda sino priorizar, prescindir de lo menos imprescindible. Mientras carezca de un trabajo digno de alegrarme el bolsillo y devolverme el concepto de patrimonio, la construcción de mi biblioteca ha de verse paralizada, cual proyecto urbanístico en mitad de un descampado cochambroso y poblado de jaramagos. Por suerte, hay bibliotecas públicas a las cuales acudir a satisfacción (más o menos), y amigos, quienes, conscientes de que la lectura es en mí necesidad tan perentoria como el respirar y el comer, repletos de generoso altruismo y réplicas con aspavientos ante mis pudorosos reparos, me suplen con obras propias y ajenas, cuya existencia siquiera habría constatado (las ajenas, claro), no por desinterés, demérito o desprecio; sencillamente, por no poder estar a todo. Haciéndolo a través de la liberalidad de la donación, subscribiendo un contrato de préstamo o cediendo el usufructo temporal, en función de las cargas y gravámenes que repercutan a ocasión; mi compromiso de no ejercer la usucapión en sempiterna vigencia. Obras marginadas por superlativa injusticia de tournées literarias de áticos y canapés, covachuelas editoriales de alto copete, cierres informativos en horario de máxima audiencia o casetas de primera línea en ferias de libros. Obras privadas del dulce adoquín de la fama engalanada de oropel y recibida por alfombra de sufrida chenilla.

sábado, 2 de marzo de 2019

Una vivienda digna

Artículo publicado en Lucenadigital.com:

Pues, en fin… Parece éste un buen momento para teclear sobre el tema, vista las variopintas reacciones que en los interlocutores provoca mi respuesta o mi réplica, cuando lo sacan a relucir. Quiero decir que, cuando me hablan del derecho a una vivienda digna, siempre les espeto: «Disculpe, ¿a qué derecho a una vivienda digna se refiere?»...

viernes, 1 de marzo de 2019

Un poco más fácil

Artículo publicado hoy en Surdecordoba.com:

Enciendes la radio cada mañana, o la televisión, y el periodista de turno da paso al político de permanencia, quien siempre habla de la crisis en pretérito, si te apuran, en pretérito pluscuamperfecto. Sí. Tú estás ahí, lavándote los dientes, mirando tu reflejo en el espejo, el pelo alborotado, los ojos entornados por la luz, hinchados por el reciente divorcio del sueño, la boca superada por la espuma del dentífrico; cuando recibes el verbo conjugado en pasado, recubierto con una chocolateada capa de adverbios temporales que lo hacen (al verbo) más empalagoso, de esos verbos que, al cabo, te provocan acidez o ardor, de los que no terminan de digerirse bien...