sábado, 13 de mayo de 2023

Adorar a Sorrentino

  Al cineasta napolitano Paolo Sorrentino se le puede adorar, pero nunca odiar; se le puede ignorar, pero nunca condenar. Sus obras no son de las que se admiran o aborrecen, no se trata de un cineasta de los que gustan o no. Sorrentino es cine, y su filmografía puede generar emoción o indiferencia, nunca desprecio. Dependerá de las preferencias y del estado de ánimo de cada cual. Porque su cine no es sólo una historia, es una sucesión de sensaciones a través de imágenes que se deslizan ante los ojos del espectador, es una construcción de planos evocadores que penetran en su visceralidad, es un cúmulo de belleza que deslumbra su consciencia, revitalizando la inconsciencia. Porque su cine es luz hasta cuando la oscuridad sobrepasa los encuadres de la secuencia.

Will (y los otros)

  Como sucediera con nuestros Premios Anuales de la Academia —es decir, los Goya—, los equivalentes (y discúlpeseme el término) estadounidenses, otorgados por la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas han perdido todo interés, al menos, para quien suscribe. Aquellos lo perdieron cuando olvidaron a Garci y su magnífica El crack cero (2019), felonía sobre la que tecleé en su momento; mientras que estos acaban de colmar, con la reciente edición, el vaso de mi paciencia. Y es una lástima. Llegar a la conclusión de que un premio nacional o internacional, o cualquier premio en general, no es sino la consecuencia de modas, correcciones políticas o falsa concienciación de corregir discriminaciones o irregularidades históricas (la historia es historia y no tiene más función que la de aprender de ella), en lugar de valorar los méritos de una obra, es un grande perjuicio que se le puede ocasionar al Arte, puesto que, amén de anular el sustento económico imprescindible para el verdadero artista (y la gloria que le sirve de catalizador), fomenta formas infames de creación, mequetrefes que identifican su propios zurullos como prodigios moldeados por Dios, artistillas de pacotilla que ofrendan ignominias al intelecto, al tiempo que masas de cretinos se concentran alrededor como buitres entre la carroña (iba a emplear la metáfora de las moscas y la mierda, pero con lo del zurullo de antes, se me ha antojado redundante).

martes, 2 de mayo de 2023

"RRR"

 Artículo publicado en Lucenadigital.com:

Suelo ver cine asiático, aunque Asia es muy grande, claro. He deleitado el cine japonés, chino, coreano, iraní, indonesio, taiwanés, ruso, turco… No suelo ver, por contra, cine indio; de hecho, no sé si habré visto alguna de sus películas… puede que algo residual haya caído, nada destacable. No tengo demasiada afición a los musicales, y el predominio de Bollywood es evidente. Mucho baile y muchas canciones, temática que, salvo honrosas excepciones, no es de mi gusto...

"RRR"

Las películas estadounidenses de los 80 (y III)

 Artículo publicado en Surdecordoba.com:

Recobrado, lector afable, en cierto modo, de esa maravilla hipnótica, creación del Paraíso, que era, y todavía hoy es, Kim Basinger, compendiar la secuencia del año 1987 implica citar esa magistral producción de Brian De Palma que fue Los intocables de Eliot Ness, con el guión de David Mamet y las icónicas actuaciones de Robert De Niro, Sean Connery, Kevin Costner, Andy García y Charles Martin Smith; en cuanto a la banda sonora, con un tema principal fascinante, considero que el resto del score de Ennio Morricone fluctúa sobremanera, desconcertando por momentos...

Las películas estadounidenses de los 80 (y III)