jueves, 29 de febrero de 2024

Saga Bond: Sean Connery (II)

 Artículo publicado en Lucenadigital.com:

Los sacrificios que ha de hacer James Bond por Inglaterra hallan difícil acomodo en nuestra comprensión infantiloide derretida por tradicionalismos recalcitrantes y deglutida por individualismos narcisistas que anteponen el bien propio al común. Por eso, cuando la criptógrafa del consulado soviético en Estambul Tatiana Románova, vestida bajo las sábanas únicamente con una cintita negra rodeando su sedoso cuello, le demande satisfacer sus deseos sexuales, 007 se verá abocado a ello, a satisfacerlos más allá de las expectativas intrínsecas en la melosa proposición femenina, dando lo mejor de sí en el mal trance o brete incuestionablemente aleve, no por sentimentalismos amorosos o impulsos libidinosos, sino por Su Majestad y por Gran Bretaña, porque ha de cumplir con su deber

Saga Bond: Sean Connery (II)

lunes, 12 de febrero de 2024

La gratuidad del arte

  Lleva quizá, no sé, más de un año dándome la murga con la misma historia. Ahora paseamos por la calle, ritmo pausado en el andar, aire tranquilo, despreocupado, en contraste con el de algunos de nuestros paisanos, sofocados por el constante estrés de la vida. De esa vida que merecemos, forjada a fuego por el deseo de dominio, por la soberbia desbocada ante la indómita e inmutable naturaleza del tiempo. El caso es que el día se ha presentado turbio y desapacible. El cielo encapotado amenaza lluvia, que en las últimas horas se ha manifestado de manera intermitente, pese a que el frío no es extremo, dadas las fechas. Me lo he tropezado de vuelta a casa, y me acompaña tranquilo y callado. No es un tipo muy parlanchín, así que no se trata de una excepción. Me ha sorprendido verlo: aseado, arreglado y afeitado. Lo que, sí, no es demasiado habitual en él. «Te estás haciendo viejo», le he reprochado al señalar su cuidado aspecto. «Julián —me ha replicado mirándome de soslayo, serio—, vete a la mierda, hazme ese favor».

Además de las mujeres olímpicas

   

No vuelva más el silencio

de yugo y de matanza,

MANUEL GUERRERO CABRERA

Resultando ser, Manuel Guerrero, Lírica, su obra trasciende la materia poética, de tangencial corte físico, para adquirir la virtud de la Eternidad. Cualidad ésta que eleva sus versos hacia un infinito superior, espacio profundo que ilumina y domina, universo envidiado que sólo él ocupa y copa, arrastrando consigo la esencia del verso, que protege, que mima, que cuida, que ennoblece, fortalece y engrandece, para, una vez curtido por los dones de su destreza versificadora, liberarlo al mundo, cual patrimonio incorpóreo, metafísico, que el autor no puede permitir, irresponsable por su parte sería, que quede relegado a la opaca fosa del conocimiento.

jueves, 1 de febrero de 2024

Saga Bond: Sean Connery (I)

 Artículo publicado en Lucenadigital.com:

Reunió Sean Connery, en su sola persona, la catedralicia presencia en pantalla, fagocitaria e hipnotizante, y el alígero declive físico, apabullante y canceroso. Pocos actores positivaron la humanidad pluscuamperfecta entre el encuadre del fotograma, en el orden de Paul Newman, y sublimaron de la juventud a la madurez, sincopando o recortando los veinte o veinticinco años de adultez de su biografía, a la manera de Marlon Brando. Sean Connery pasó de los treinta y cinco a los cincuenta y cinco o sesenta años como el que cruza un pliegue temporal en el que envejece el sujeto de la singularidad y no el espacio que pasa a ocupar...

Saga Bond: Sean Connery (I)