sábado, 13 de abril de 2019

Cataluña I. Un orate como Presidente

Al lector, sin duda ilustrado en los vericuetos del lenguaje, no le descubro el significado del término orate: «persona que ha perdido el juicio» o, coloquialmente, «persona de poco juicio, moderación y prudencia»; según definición del DLE. Aunque, quizá le ahorre un viaje al académico volumen, si le apostillo que el referido vocablo procede del catalán orat. El sustantivo, entonces, me viene que ni pintado… como pintado… vamos, ajustado y medido, muy a propósito.

Adoptar personajes

Pues no sé a santo de qué le ha entrado a algún que otro literato la descabellada manía de adoptar personajes cuando éstos quedan huérfanos de padre o madre, como si, el hecho de dejar de insuflarles vida (literariamente tecleando, se entiende), repercutiera en una trágica crisis para la humanidad.

lunes, 1 de abril de 2019

Los móviles grabando

Artículo publicado en Lucenadigital.com:

No tiene pinta de mejorar la cosa. Quiero decir que esto va a peor. Es un narcisismo exacerbado, un egocentrismo truculento y una retorcida catarsis individualista que entristece a la par que sulfura. Un motivo más para minorar el crédito de la especie humana. Se supone, sólo se supone, que somos animales políticos: necesitamos vivir en sociedad. Y, paradójicamente, este vivir en sociedad entra en conflicto con las cualidades egoístas antes tecleadas, o, mejor, esa naturaleza gregaria es el perfecto catalizador de estas conductas de autónoma rebeldía que persiguen el puro protagonismo, el centro de la atención del conjunto de la masa humana...