viernes, 1 de noviembre de 2024

Saga Bond: Roger Moore (III)

 Artículo publicado en Lucenadigital.com:

En la primavera de 1975, Guy Hamilton y su brigada se hallaban enfrascados en la preproducción de La espía que me amó cuando las infinitas deudas de Harry Saltzman, garantizadas con las acciones de la productora, lo estrangularon hasta declararse en quiebra. Sólo unas arduas negociaciones permitieron desbloquear las acciones y reactivar la producción, con la consecuente defenestración de Saltzman y la concentración de las facultades en la única persona de Albert R. Broccoli. A tan delicada situación no ayudó un problema más: el guión, o su ausencia. El acuerdo con el difunto Ian Fleming excluía la adaptación cinematográfica de la novela homónima. Broccoli debía partir del cero absoluto. Anthony Burgess (autor de La naranja mecánica), quien había expresado al productor que le rondaba una idea, envió su propuesta. Se habló, además, con John Landis. Sin embargo, el retraso generalizado en la producción provocó la desvinculación del director y los guionistas que trabajaban en ella...

Saga Bond: Roger Moore (III)